martes, 18 de septiembre de 2007

Elecciones 2007: ¿qué reglas y cómo se aplicaron en (3) distintas campañas?

Siguiendo las palabras de Jean-Marie Domenach, desde que hay rivalidades políticas la propaganda existe, ya que un gobierno debe preocuparse por obtener el asentimiento de la opinión pública. La fuerza se funda en la opinión (…) y la propaganda tendrá como vehículo la radio, el cine, la prensa, los afiches gigantescos y entre otros, la televisión.

Nuestro trabajo se basó en analizar: por un lado, las campañas electorales de Ramón J. Mestre y Olga Riutort, de la ciudad de Córdoba; y por el otro, la de Mauricio Macri, por la ciudad de Buenos Aires.

En primer lugar, en la campaña gráfica de Ramón J. Mestre se destacan las siguientes reglas:
Simplificación y del Enemigo Único: ya que su campaña gráfica (afiches, gigantografías, etc.) resalta de manera simple que su propuesta es realizar las obras que el actual gobierno municipal (Luís Juez) no hizo. Ej.: obra pública, reparación de baches y, principalmente, destaca el problema del transporte en la ciudad.
Exageración y Desfiguración: como ya mencionamos el candidato remarca las fallas del actual gobierno municipal, lo que raya con la exageración para beneficio de la propuesta radical.
Orquestación: se utiliza de manera repetitiva durante toda la campaña gráfica, la palabra “HAGAMOS”, reafirmando que el mejor cambio es su propuesta.
Transfusión: si bien en la gráfica no es una regla a simple vista, concordamos en que la campaña de Mestre parte de un prejuicio o concepto del inconciente social de que “Luís Juez habla mucho y hace poco”. Es su folletería esto sí aparece explicitado con dicha valoración: “Hablar poco y hacer mucho”.

La estrategia política utilizada en la propuesta presentada por el equipo de Ramón J. Mestre fue, a nuestro criterio, mostrar la imagen de un candidato joven, con una propuesta simple como la idea de un “cambio”. La principal herramienta que se utilizó en un primer momento fue el despliegue de afiche y folletería con su imagen en primer plano y otras junto a su compañera de fórmula (Olga Rista). Pero los más impactantes eran los que contenían la palabra “Cambio” junto a sus principales propuestas (o por lo menos, las que principalmente aquejaban a los vecinos de la ciudad) que eran las obras no concretadas por el actual gobierno de la ciudad (Luís Juez).

En segundo lugar, tomamos la campaña gráfica de Olga Riutort que, a nuestro criterio cumple con todas las reglas de la Propaganda Política:

Simplificación: utiliza frases cortas y comprensibles para todo el electorado, en coherencia con una postura “popular” de su partido el Movimiento Vecinal (MOV).

Exageración: en este sentido utiliza su condición de mujer como una posibilidad de beneficio para su propuesta, resaltando valores o aspectos que socialmente se le atribuyen a la mujer “ Fuerza y Sensibilidad”.

El leitmotiv de Olga Riutort es la pregunta ¿Por qué NO? Que al igual que su opositor radical, pone en escenario el tema del cambio, más vinculado al hecho de que es una mujer la candidata a intendente frente a una política hecha siempre por hombres.


Y por último, tomamos la campaña de Mauricio Macri, candidato a Jefe de Gobierno Porteño, para no dejar de lado lo que se hizo en otra Ciudad.
Su slogan (Leitmotiv) “va a estar bueno Buenos Aires” es una invitación en lenguaje informal que de alguna manera puede justificarse en su ideología “progresista”.
En la campaña gráfica de Macri: El “Enemigo único” es el actual jefe de Gobierno Porteño. Hacia él se dirigen los “odios presentes”, por el Método de Concentración, en un continuo recordar a la población la actual situación de caos. La línea política opuesta (el kirchnerismo) tiene un rostro; el del Telerman. Pero que también “Contamina” (método) al otro candidato del presidente, Daniel Filmus.
Esta contaminación produce un doble juego: se simplifican las propuestas de Macri a “títulos” abarcativos; la educación, la seguridad, el arreglo de las calles (inundación de la ciudad), la mejora en los servicios públicos (puntualmente el transporte) al tiempo que se distingue como candidato no por sus cualidades sino por un discurso que expresa lo que la masa desea escuchar. Domenach nos dice al respecto que (…) “la muchedumbre busca en aquel que admira, menos las cualidades naturales que lo distinguen de ella que aquello por lo cual él resume sus deseos y sus sueños, traduciéndole y devolviéndole como un eco, lo que ella le sugiere y espera del” (Domenach, pág. 76)

Opinión a cerca de la creatividad utilizada en dichas campañas

Ramón Mestre (h): La estrategia política de su campaña electoral buscó mostrar una imagen política nueva, joven, con ganas de trabajar. Dirigida tanto al electorado joven, como a la vieja militancia radical, jugando con el registro social de la gestión de su padre (Ramón B. Mestre) y la del último intendente radical, Rubén A. Martí.
El leitmotiv de la UCR fue la palabra "cambio" que tiene un doble sentido: hacia dentro del partido, proponiendo un candidato joven y de trayectoria familiar en el radicalismo. Y decimos hacia fuera, por que su imagen política no está empañada con antiguas gestiones. Por eso la mejor manera de simbolizar esta idea de cambio fue a traves del chasquido de dedos en los spots televisivos y con un detalle importante, era realizado por vecinos de todas las edades que buscan algo nuevo, distinto, es decir, un “Cambio”.

Olga Riutort: En los spot televisivos, se dirige al ama de casa (búsqueda del voto femenino), al viejo electorado peronista, hace hincapié en el fraude de las elecciones internas de Partido y en el "corte de boleta" (para mantenerse como una opción del peronismo pero independiente). Algo sustancial en la propuesta de cambio es que es mujer.
Tanto el la gráfica como en los spots televisivos, lo innovador fue su foto en primer plano acompañada de frases cortas "¿Por qué no?", “Elija con libertad” y “Sí.”

Mauricio Macri: utilizó una estética innovadora: el color Amarillo fuerte con letras negras, pero su imagen de cambio se fundamenta en toda una puesta en escena: por un lado su candidata a vice es discapacitada, lo que aumenta su credibilidad como una persona interesada en llegar a todos los sectores de la sociedad (una imagen de iguales). Por otro lado, la misma campaña tanto en gráfica como los spots televisovos, hacen hincapié en cosas tan simples como "Estaría bueno Buenos Aires" y darle importancia a sus nombres "Mauricio y Gabriela” despegándose así de sus apellido y de lo que implica. Justamente por eso es que una fuerte Contra-propaganda versa “no te olvides quien es Macri en realidad.”

sábado, 8 de septiembre de 2007

REGLAS DE LA PROPAGANDA POLÍTICA


1. REGLA DE LA SIMPLIFICACIÓN Y DEL ENEMIGO ÚNICO

· En todos los campos, la propaganda se esfuerza en primer lugar por la simplicidad. Se trata de dividir su doctrina y sus argumentos en algunos puntos que serán definidos tan claramente como sean posibles.

. Concentrar en una sola persona las esperanzas del campo al cual se pertenece o el odio que se siente por el campo adverso es, evidentemente la forma de simplificación más elemental y más beneficiosa. Los gritos de ¡Viva Fulano! o ¡Abajo Zutano! pertenecen a los balbuceos de la propaganda política y le proporcionaron siempre buena parte de su lenguaje de masas.

. Reducir la lucha política a una rivalidad de personas, es sustituir el difícil enfrentamiento de tesis, el lento y complejo mecanismo parlamentario, por una suerte de juego del cual los pueblos anglosajones aman el respeto deportivo, y los pueblos latinos el lado dramático pasional.

. La individualización del adversario ofrece muchas ventajas. Particularmente cuando se los convence de que su verdadero enemigo no es el partido o tal nación, sino el jefe de ese partido o de esa nación, se matan dos pájaros de un tiro:
a) Por una parte se tranquiliza a los propios partidarios, seguros de tener enfrente no una masa resuelta como ellos, sino una multitud engañada conducida por un mal pastor que la abandonará cuando se abran sus ojos.
b) Por otra parte se puede esperar que se divida el campo contrario y se desprendan algunos elementos. Por lo tanto se atacará siempre a individuos o pequeñas fracciones, nunca a masas sociales o nacionales en conjunto.

2. REGLA DE LA EXAGERACIÓN Y DESFIGURACIÓN

· La exageración de las noticias es un procedimiento político corrientemente utilizado por los sectores de poder, que hace resaltar todas las informaciones que le son favorables: así se trate de una frase aventurada por un político.
· Otro uso frecuente es el uso hábil de citas desvinculadas de su contexto. En primer lugar deberá presentarse la idea en términos generales y de la manera más contundente, tratando de matizar y detallar lo menos posible. No se le creerá a quien comienza por establecer límites a sus propias afirmaciones. Para quien busca el favor de la muchedumbre vale no decir “Cuando yo este en el poder, los funcionarios ganarán tanto, el salario será aumentado en tanto, etc., sino más bien “Todo el mundo será feliz”

3. REGLA DE LA ORQUESTACIÓN

· La primera condición de una buena propaganda es la repetición incesante de los temas principales. Goebbels decía en chiste: “La iglesia católica se mantiene porque repite lo mismo desde hace dos mil años. El estado nacionalsocialista debe actuar de la misma manera”.
· Sin embargo, la repetición pura y simple fatigará pronto. Se trata entonces, de insistir con obstinación en el tema central presentándolo bajo diversos aspectos.
· La propaganda debe limitarse a una pequeña cantidad de ideas repetidas siempre.
· La masa solo recordará las ideas más simples cuando le sean repetidas centenares de veces.
· Los cambios que se introduzcan nunca deberán afectar el fondo de la enseñanza que uno se proponga divulgar, sino solamente la forma.
· La orquestación de un tema dado consiste en su repetición por todos los órganos de propaganda en formas adaptadas a los diversos públicos, que deben ser tan variadas como sea posible.
· Conducir y desarrollar una campaña de propaganda exige que se siga de cerca la progresión, que se le sepa alimentar continuamente con informaciones y slogans nuevos, y que se la reanude en el momento oportuno bajo una forma diferente y tan original como sea posible (reuniones, obtención de firmas, manifestaciones de masa, etc.)
· Es preciso encontrar revelaciones y nuevos argumentos continuamente, a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, la atención del público se desplace ya hacia otra parte. Sus respuestas no lograrán superar la marea creciente de acusaciones, y su único recurso será arrebatar la iniciativa, si es que puede hacerlo, y atacar aún con más rapidez.
· La condición esencial de una buena orquestación es, en todos los casos, adaptar con cuidado el tono y la argumentación a los diferentes públicos. Esto que parecería darse por descontado, resulta con frecuencia difícil para un político de formación intelectual, que no puede hablar el lenguaje que conviene a la muchedumbre de campesinos u obreros.

4. REGLA DE LA TRANSFUSIÓN

· Los verdaderos propagandistas no creyeron nunca que se pudiera hacer propaganda partiendo de cero e imponer a las masas cualquier idea en cualquier momento.

· Por regla general, la propaganda opera siempre sobre un sustrato preexistente, se trate de una mitología nacional (la revolución francesa, los mitos germánicos, etc.) o de un simple complejo de odios y de prejuicios tradicionales: “chauvinismos”, “fobias” o “filias” diversas.

· Es un principio conocido por todo orador público el de no contradecir frontalmente a una muchedumbre, comenzando por declararse de acuerdo con ella, por colocarse en su corriente, antes de doblegarla.

· La escuela norteamericana de sicología comprueba, por ejemplo, que los prejuicios raciales se arraigan sólidamente en el individuo desde los cinco años de edad.

· Una campaña política que haga de la rapidez lo primordial, tratará de conectar en algunos puntos sus programas nuevos con la fuente de energía mental que constituye ese estereotipo preexistente. Será así beneficiada por una verdadera “transfusión” de la convicción, como cuando un médico de renombre vende su clientela a otro más joven.


5. REGLA DE LA UNANIMIDAD Y DEL CONTAGIO

· Desde que existe la sociología se ha puesto en evidencia la presión del grupo en la opinión individual y los múltiples conformismos que nacen en las sociedades.
· La mayoría de los seres humanos desean, ante todo, armonizar con sus semejantes. Rara vez osarán perturbar la armonía que reina en torno de ellos expresando una idea contraria a la de la generalidad.
· De lo que se infiere que una gran cantidad de opiniones públicas son, en realidad, una adición de conformismos, mantenidos porque el sujeto cree que su opinión es unánimemente sostenida por quienes lo rodean. La tarea de la propaganda será entonces la de reforzar esa unanimidad, y aún la de crearla artificialmente.
· Algunos procedimientos de propaganda parecen ajustarse a esta ley del contagio. Para provocar el asentimiento, para crear la impresión de unanimidad, los partidos recurren con frecuencia a las manifestaciones y a los desfiles de masas.
· A decir verdad, el ejemplo humano, la aureola del apóstol, la convicción del prosélito y el prestigio del héroe, son irremplazables cuando se trata de ganar apoyo.
· Las ideas de amistad, de salud y alegría son común denominador de todas las propagandas.
· Una verdadera transferencia de confianza y de admiración, que emplea la publicidad cuando tal o cual estrella o cantante recomienda una marca de jabón o de champú. La adhesión de los intelectuales, o personas de prestigio es uno de los medios que la propaganda prefiere usar como aval, pues, despierta la simpatía de la muchedumbre con más amplitud de lo que generalmente se cree.
· Toda la tarea de la propaganda consiste entonces, tanto en sus fases extremas, que son las manifestaciones públicas, como, por otra parte, en su trabajo cotidiano, en conquistar a los “pasivos”, movilizarlos y llevarlos progresivamente a seguir a los “activos”.
· Los oradores cuidan muy bien interrumpir sus discursos en un pasaje feliz, o en una frase irónica que distienda bruscamente la sala y provoque la risa, lo cual es el mejor medio de unir a una muchedumbre: inspirarle el sentimiento de una suerte de complicidad alegre.